Parónimos

Érase una vez un vicesecretario de Organización del PP (el partido español de muy a la derecha), al que dicen que se le trabó la lengua cuando se refirió por dos veces a Ciudadanos –un partido rival que en catalán se llama Ciutadans– con el sorprendente nombre de Ciudatans. La gente se lanzó a criticar a este notable humorista, llamado Floriano, y a alabar la decisión de Rajoy, quien le ha puesto un cancerbero procedente de las tertulias televisivas para que lo reemplace como portavoz en la próxima campaña electoral. Es una injusticia: a mi modo de ver Floriano lo hizo aposta, parece un caso de paronimia consciente.

Veamos: la paronimia consiste en que dos palabras, de significado claramente distinto, se escriben o suenan casi igual, lo que puede dar lugar a todo tipo de situaciones embarazosas, pero también a un sutil aprovechamiento retórico que se llama paronomasia. En cambio, los trabalenguas simplemente son pronunciaciones defectuosas, por su dificultad intrínseca o porque se trata de palabras extranjeras. Así tres tristes tigres tragan trigo en un trigal es un ejemplo clásico de lo primero, curasán por el bollo con forma de media luna que en francés se llama croissant, de lo segundo. Este último tipo puede llegar a ser muy gracioso (desayuno popular: café con leche y curasao: 2 euros, dice un cartel del bar de debajo de mi casa), pero siempre sin proponérselo.

Volviendo a Floriano, creo que lo que pasó no es que se le hiciese la lengua un lío –como en aquel célebre tuit de su cosecha “no podemos tolerar que se ponga en duda que en el PP no ha habido prácticas irregulares en el manejo del dinero»–, sino que simuló un ataque de paronomitis y nos soltó un término por otro, como si en vez de sugerir que nos tiene mucha cuenta votarles se le hubiese escapado decir que su partido tiene mucho cuento. No me imagino a este peso pesado del partido popular destrozando la lengua que el gran jefe Ánsar habla en la intimidad. Porque, vamos a ver, ¿qué se proponía con lo de Ciudatans? Sostienen las malas lenguas que el PP le está viendo las orejas al lobo, que ventea una debacle electoral y es consciente de que Ciudadanos les quita votos. No se equivocan: Ciudadanos, que intenta situarse en el centro del espectro político, se ha convertido en el oscuro objeto del deseo de muchos desencantados del PSOE, pero también, cada vez más, del PP. Por eso, en el PP de repente se han acordado de que Ciutadans nació en Barcelona y nada mejor que sacar a relucir el espantajo del peligro catalán. Es como el mal francés, que estigmatizaba la sífilis cargándole el mochuelo a la tradicional lubricidad de nuestros vecinos. Los catalanes, claro, no son nuestros vecinos –mal que le pese a Junqueras, el sedicente califa del estado catalánico–, pero como al PP en estas elecciones no los va a votar ni Déu en Cataluña, tampoco pierden nada echándoles la culpa a sus esquivos votantes. El problema es que uno de los atractivos más obvios de Ciudadanos / Ciutadans es precisamente que se trata de una opción unitarista surgida en Cataluña, es decir, que está más cerca del ideario de Miquel Roca y su operación reformista, de Cambó y hasta de Prat de la Riba que esa extraña manera de emular a Robin Hood –diuen, diuen, diuen que no robin, jo!– en la que parecen haberse especializado los sucesores de Jordi Pujol. Por eso no entiendo qué ganan intentando desacreditar a su competidor acusándole de catalán.

Bueno, sí, parece que el PP, tan patriótico él, está agitando con oportunismo rastrero el anticatalanismo de sus bases, como antes agitaron las emociones de la carcundia manifestándose por el “concebido no nacido” junto con aquel anticristo de medio pelo que presidía la conferencia episcopal. Pero seríamos muy injustos con Floriano si todo se redujese a eso. No, Ciudatans se pronuncia siu + da + tans” o sea que es una forma de recordarles en barbarí a los del nuevo e incómodo partido que “CiU da tantos”, como quien dice: dejen de ser ingenuos y piensen en las suculentas comisiones que podrían cobrar, en el famoso 3% del que hablaba Maragall. ¡Este es nuestro Floriano y todo lo demás son imitaciones! Ciudatans esconde un mensaje subliminal para los militantes de C’s: ya que no habéis querido ser del PP, por lo menos idos a CiU, ya vale de alardear de honradez y pensad en el futuro ahora que nos hemos cargado las pensiones; hasta Monedero puso el cazo, conque vosotros con más razón. Y que lo digas, Floriano: bastante tenemos con un partido bolchevique emergente como para que ahora empiece a crecer otro de centro que también amenaza con cargarse el sistema político de la corrupción, quiero decir monolítico de la transición. Vaya, me estoy armando un lío con esto de la paronimia, me ocurre como a ese señor que ya no es del PP –Floriano dixit– y al que la sombra de la prisión le mete mucha presión cuando va y comete paronimia caligráfica en unos papeles que corren por ahí.

Un comentario

  1. Covadonga López Alonso escribió:

    Gracias, Ángel, por ese fantástico ejemplo de paronimia no exento de agudeza y humor políticos.
    Hoy lo voy a utilizar en clase porque es una forma muy válida de no olvidar lo que es la paronimia.

    04/03/2015
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